viernes, 23 de octubre de 2009

Comodo, verdades y mentiras


Hola, después de una larga ausencia, en mi primer post en este nuevo blog voy a comparar al verdadero emperador romano Cómodo, con el emperador que nos da a conocer Riddley Scott en su película Gladiator, y a intentar mejorar un poco su imagen.
Cómodo vivió entre los años 161 y 192 d.C. y reinó entre los años 177 y 192. Obtuvo este poder a los 16 años, al contrario que en la película en la que aparenta tener unos 30 años. Su antecesor y padre, Marco Aurelio, lo nombró sucesor al trono, así que la escena en la que Cómodo asesina a su padre para obtener el poder no es rigurosamente histórica, además Marco Aurelio no murió asesinado sino que murió posiblemente de varicela.
En la primera escena de la película, en el combate contra los germanos, se nos muestra un Cómodo poco interesado por la guerra, que llega tarde y que no tiene la valentía para luchar. Pero eso no es cierto, ya que Cómodo acompañaba a su padre en todas las campañas y tenia un papel muy importante en las batallas y si que participaba en ellas.
Pero no todo es falso, como nos muestra la película,Cómodo se creía Hércules e incluso se creía hijo de Júpiter. Debido a esta "creencia" se vestía de Hércules e hizo construir estatuas suyas por todo el imperio vestido así, aunque a la gente no le gustaba.
También es cierto que le gustaban mucho los gladiadores e incluso luchó en la arena contra bestias exóticas, pero con estas luchas el imperio se gastaba un millón de sestercios, así que se arruinó.
El carácter sangriento de Cómodo en la película también es real ya que el emperador colocaba a soldados, mutilados en combate, en el centro del Coliseo y los mataba.
No murió en la arena, sino que fue asesinado por un liberto llamado Narciso mientras Cómodo se tomaba un baño.
Debido a sus creencias y excentricidades citadas anteriormente, a su muerte, fue declarado enemigo público por el senado y su nombre se eliminó de los archivos públicos. Fue a la llegada al poder de Septimo Severo cuando se rehabilitó su memoria.

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